sexta-feira, 8 de abril de 2016

Percy Jackson y el ladrón del rayo en los textos griegos

APOLODORO, Biblioteca I, 2, 3 “Zeus derrota a los Titanes”
Y cuando Zeus se hizo adulto, toma a Metis, la hija de Océano como colaboradora, la cual da a Crono para bebersela una pócima forzado por la cual vomita primero la piedra y luego a los hijos que había devorado. Con ellos Zeus hizo la guerra contra Crono y los Titanes. Después de luchar diez años, Gea profetizó la victoria a Zeus si tomaba como aliados a los que habían sido arrojados en el Tártaro. Él matando a Campe la guardiana los desató de sus ataduras. Y entonces los Cíclopes entregaron a Zeus el trueno, el relámpago y el rayo, a Plutón el yelmo y a Posidón el tridente. Estos armados con ellas (así) se apoderan de los Titanes y habiéndolos encerrados en el Tártaro colocaron a los Hecatonquiros como guardianes. Ellos echan a suertes el poder, y Zeus obtiene el dominio en el Cielo, Posidón en el mar y Plutón en el Hades.

APOLODORO, Biblioteca III, 4, 1 “Disputa entre Atenea y Poseidón”
Cécrope, originario de la tierra, que tenía un cuerpo dotado de naturaleza humana y de serpiente, reinó el primero en el Ática y a esta tierra, llamada antes Acten, la denominó Cecropia por él mismo; en su tiempo, según cuentan, les pareció a los dioses tomar posesión de las ciudades en las que cada uno iba a recibir sus particulares honores; por tanto, Poseidón llegó el primero al Ática y, golpeando con el tridente en mitad de la acrópolis, sacó a la luz al mar al que llaman ahora Erecteida; y, después de él, vino Atenea y, poniendo como testigo de su ocupación a Cécrope, plantó el olivo que ahora se muestra en el Pandrosio; y originándose una disputa entre ellos sobre la tierra, Zeus, después de separar a Atenea y Poseidón, les impuso jueces, no a Cecrope y Cranao, como dijeron algunos, ni a Erictonio sino a los doce dioses; y a raíz de la resolución de estos, la tierra fue adjudicada como propia de Atenea, atestiguando Cécrope que ella plantó la primera un olivo. Entonces Atenea denominó, por una parte, a la ciudad de Atenas según su nombre, pero por otra Poseidón, dejándose llevar de la cólera en su corazón, inundó la llanura Triasia y colocó al Ática bajo el mar.

APOLODORO, Biblioteca II, 4, 12 “Heracles, en un rapto de locura inducida por Hera, mata a sus hijos”
Y despúes de la batalla contra los Minias le sobrevino el volverse loco por los celos de Hera y a sus propios hijos, que tenía con Megara, los arrojó al fuego, y a dos de los de Ificles; por cual, condenándose a sí mismo al destierro, por una parte, es purifcado por Téspio y, por otra, presentándose en Delfos, pregunta al dios dónde debería vivir y la Pitia, entonces, lo llamó por primera vez Heracles, pues antes era llamado Alcides, y le dijo que viviera en Tirinto, sirviendo doce años a Euristeo, y que cumpliera los doce trabajos que le encargaran y dijo que de esa manera, una vez terminados los trabajos, él sería inmortal.

APOLODORO, Biblioteca II, 4, 2 “Perseo se enfrenta a las Gorgonas”
Ellas eran Esteno, Euríale y Medusa. La única mortal era Medusa. Por esa causa Perseo fue enviado a por la cabeza de esta. Las Gorgonas tenían las cabezas rodeadas de escamas de dragón y grandes colmillos como de jabalíes, manos broncíneas y alas doradas con las que volaban. A los que las miraban los convertían en piedras. Perseo colocándose junto a ellas cuando estaban dormidas y guiándole Atenea su mano, volviéndose y mirando al escudo de bronce por el que él veía la imagen de la Gorgona, la decapitó. Una vez cortada la cabeza, surgió de la Gorgona el caballo alado Pegaso y Crisaor, el padre de Gerión. A éstos los había engendrado de Poseidón.

APOLODORO, Biblioteca I, 3, 2 “Orfeo”
Así pues por un lado de Calíope y Eagro, por otro según la fama de Apolo, (nacieron) Lino al que mató Heracles, y Orfeo el que tocaba la cítara, que cantando conmovía tanto a piedras como a árboles. Cuando murió su mujer Eurídice, mordida por una serpiente, bajó al Hades queriendo llevarla hacia arriba, y persuadió a Plutón para que la enviara arriba. Este permitió que se hicera eso, si Orfeo cuando marchara no se volvía antes de llegar a su casa; este que lo ponía en duda habiéndose vuelto contempló a su mujer, pero ella regresó de nuevo. Orfeo también inventó los misterios de Dioniso, y fue enterrado en las cercanías de la Pieria habiendo sido despedazado por las ménades.

APOLODORO, Biblioteca II, 4, 1 “Acrisio arroja a Dánae y a Perseo al mar”
Al consultar Acrisio acerca del nacimiento de hijos varones, el dios le dijo que nacería un niño de su hija que lo mataría. Así pues, Acrisio, como temía eso, preparó una morada de bronce bajo tierra y vigilaba a Dánae. Según algunos dicen, a esta la sedujo Preto, por lo que se produjo entre ellos un enfrentamiento. Según otros, Zeus, convertido en oro y deslizándose a través del techo sobre el regazo de Dánae, se unió a ella. Cuando Acrisio se enteró de que había nacido de ella Perseo, al no creerse que había sido seducida por Zeus, metiendo en un ataúd a la hija junto con su niño los arrojó al mar.

LUCIANO, Diálogos de los dioses 4, 1 “Hermes se queja a su madre de sus múltiples atribuciones”
Hermes: ¿Pues hay, madre, en el cielo, algún dios más desdichado que yo?
Maya: No se te ocurra decir nada de eso, Hermes.
Hermes: ¿Por qué no lo voy a decir yo, que tengo tantas obligaciones, que trabajar solo y dividirme ante tantas órdenes? Pues, por una parte, al ser de día, tan pronto como me levanto barro el banquete y, después de arreglar con alfombras y cojines el triclinio, y arreglando bien cada cosa, presentarme a Zeus y llevar sus mensajes, correteando de arriba abajo y, una vez que he vuelto, aún lleno de polvo, servir la ambrosía; y, antes de que llegara ese copero más joven, también yo servía el néctar; y peor que todo eso, que, el único de los otros, que no duermo de noche sino que es necesario que también, incluso, conduzca las almas a Plutón y me convierta en guía de muertos y permanezca en el tribunal; pues no son suficientes para mí los trabajos del día: estar en las palestras y ser heraldo en las asambleas y enseñar a los oradores, sino que también incluso ocuparme de los asuntos de los muertos, multiplicándome. Y en verdad los hijos de Leda están cada uno cada día en el cielo o en el Hades, pero a mí me cae la obligación de hacer estas y aquellas cosas cada día; y los hijos de Alcmena y de Sémele, a pesar de haber nacido de unas mujeres miserables, disfrutan del banquete libres de cuidados, mientras yo, el hijo de Maya, la hija de Atlante, les sirvo de criado; y ahora, precisamente, cuando yo vengo de casa de la hija de Cadmo, a la cual he sido enviado para ver lo que hace la niña, sin darme tiempo a respirar, de nuevo me envió a Argos para ver a Dánae, luego, de allí, me dice, poniéndote en camino ve a ver a Antíope; y, en una palabra, estoy cansado; pues si fuera posible, gustosamente habría preferido ser vendido como los que en la tierra son esclavos de la peor manera.
Maya: deja eso, hijo mío; pues es necesario servir al padre en todo mientras se es joven; y ahora, como has sido mandado, corre a Argos y después a Beocia, no te ganes unos azotes retrasándote, pues los amantes son coléricos.

LISIAS, Oración fúnebre 2, 4, 1 “Las Amazonas”
Pues las Amazonas en el tiempo antiguo fueron hijas de Ares, que vivían junto al río Termodonte y fueron las únicas armadas con hierro de cuantos vivían a su alrededor, y las primeras en montar a caballo, con los que inesperadamente, por el desconocimiento de los contrarios, atrapaban a los que huían y dejaban atrás a los que [las] perseguían. Eran consideradas, por su presencia de ánimo, más bien hombres que mujeres por naturaleza. Pues más parecían superar en las almas a los hombres que ser deficientes en aspecto. 5 Dominando a muchos pueblos, y de hecho habiendo ya sometido a los de su alrededor, al haber oído de palabra la gran gloria sobre este país, por causa de mucha reputación y una gran esperanza, tomando a los más belicosos de los pueblos emprendieron una campaña contra esta ciudad. Al caerles en suerte valerosos hombres, hicieron sus almas iguales a su naturaleza, y recibiendo una fama contraria a la anterior, más por los peligros que por los cuerpos mostraron ser mujeres. A ellas solas no les aconteció, aprendiendo de los errores, decidir mejor sobre lo restante, ni regresando a casa anunciar la propia desgracia de ellas mismas y la virtud de nuestros antepasados. Pues muriendo aquí, y pagando la pena por su insensatez, hicieron inmortal la memoria de esta ciudad por la virtud, y a su patria establecieron anónima por la desgracia de aquí. Ellas, en efecto, anhelando injustamente la (patria) ajena, destruyeron la suya justamente.

APOLODORO, Epítome I, 8-10 “Teseo y el Minotauro”
Y cuando (Teseo) llegó a Creta, Ariadna, hija de Minos, enamorada de él, se ofrece a ayudarlo, si le prometía, llevándola a Atenas, hacerla su mujer. Habiéndolo prometido Teseo con juramentos, le pide a Dédalo que le revele la salida del laberinto. Y aconsejándolo aquél, le da a Teseo, cuando entraba, un hilo. Teseo, atando a ese de la puerta y arrastrándolo tras de sí, entró. Y encontrando al Minotauro en la parte extrema del laberinto, golpeándolo con sus puños, lo mató, y, tras recoger de nuevo el hilo, salió.Y Por la noche llega a Naxos con Ariadna y los muchachos. Allí Dioniso, enamorado de Ariadna, la raptó y, habiéndosela llevado a Lemnos, se unió a ella. Y Teseo, afligido por Ariadna, al navegar hacia la costa, olvidó desplegar en la nave las velas blancas. Y Egeo, al ver desde la acrópolis que la nave tenía la vela negra, creyendo que Teseo había muerto, arrojándose a sí mismo pereció.

APOLODORO, Biblioteca I, 3, 6 “Nacimiento de Atenea”
Zeus se une a Metis, que se había convertido en muchas formas por no unírsele, y a esta que se quedó encinta dándose prisa la devoró, ya que Gea había predicho que después de la muchacha que iba a nacer de ella tendría un hijo, que llegaría a ser el dueño del cielo. Teniendo miedo de esto se la tragó; y cuando llegó el momento del nacimiento, tras golpearle la cabeza con un hacha Prometeo, o como otros dicen Hefesto, de la coronilla, junto al río Tritón, saltó Atenea con armas.

HOMERO, Odisea IX, 85-100 “El país de los lotófagos”
“Nueve días de allí derivé con mortíferos vientos sobre el mar rico en peces. Al décimo vimos la tierra de los hombres lotófagos, gente que sólo de flores se alimenta; salimos del barco e hicimos la aguada y a comer nos pusimos al pie de las naves ligeras.
 Cuando ya de comer y beber estuvimos saciados, elegí dos amigos que fueran a ver, tierra adentro, qué varones había en el país comedores de trigo.
Un heraldo también envié en su compaña y, a poco de emprender el camino, vinieron a dar con los hombres que se nutren del loto y que, en vez de tramarles la muerte, les hicieron su fruto comer. El que de ellos probaba su meloso dulzor, al instante perdía todo gusto de volver y llegar con noticias al suelo paterno; sólo ansiaba quedarse entre aquellos lotófagos, dando al olvido el regreso, y saciarse con flores de loto. Los conduje a las naves por fuerza y en llanto; arrastrélos por la cala y, al fin, los dejé bien atados debajo de los bancos. Al punto ordenaba a mis otros amigos que embarcaran aprisa en las rápidas naves, no fuese que comieran algunos la flor y olvidasen la patria. Diligentes entraron a bordo, pusiéronse al remo y, sentados en fila, batieron las aguas grisáceas.” 

PAUSANIAS, Descripción de Grecia: Ática I, 5-7 “El Partenón. La estatua de Atenea”
En el Partenón. En el frontón de la fachada que ve todo lo que se refiere al nacimiento de Atenea, y detrás de la fachada está la representación de la disputa entre Poseidón y Atenea sobre Ática. La estatua de la diosa es de oro y marfil, en su casco hay una esfinge, hablo de la Esfinge en la descripción de Beocia. Y a los lados del yelmo están esculpidos grifos en relieve.
Aristeas de Proconeso habla de grifos en sus poemas, dijo que están constantemente en guerra con los Arimaspos por el oro que produce el país, que es cuidadosamente vigilado por los grifos; los Arimaspos son hombres que tienen un solo ojo, y viven en la parte superior de los Isedones; los grifos son unos animales muy similares al león, con la diferencia de que tienen un pico y alas de águila, es lo que dice.
Volviendo a la estatua de Atenea, que está de pie con una túnica que cae hasta el final de los pies y en el pecho está la cabeza de Medusa de marfil, y con la diosa hay una Nike de cuatro codos. Atenea tiene una lanza en la mano, y un escudo a sus pies y cerca de la lanza está una serpiente, símbolo de Erictonio. En el pedestal hay un bajorrelieve que representa a Pandora y lo que se dice acerca de su nacimiento, ya que, según Hesíodo y otros poetas, Pandora fue la primera mujer, y antes de que aquí no estaban en el mundo. En este templo he visto sólo un busto de hombre es la del emperador Adriano, pero a la entrada, vi a Ifícrates, general ateniense que es conocido por muchas bellas acciones.